Atahualpa Yupanqui, en quechua ´el que viene de lejanas tierras para decir algo´, hijo de una campesina de origen vasco y de un humilde empleado ferroviario indio y criollo, nació en los tiempos en que el Estado oligárquico argentino relegaba a la pobreza a miles de personas. Supo construir una extensa obra musical y poética en la que fue una constante el dolor de sus paisanos. Después de afiliarse al Partido Comunista, sufrió censuras, detenciones y torturas. Desilusionado y alejado de la militancia, decidió volar por todo el mundo, junto a su guitarra, sembrando los auditorios de folclore argentino y compartiendo escenario con los principales referentes musicales de la época. De este modo, y con 60 años, llegó por vez primera a la patria de su madre, Euskal Herria, donde no tardó en ser tan conocido como Lertxundi, Lete, Iriondo o Laboa. Allí donde estuvo dejó una huella imborrable, de la que ahora da cuenta Sergio Rekarte en esta bella biografía que nos acerca a los paisajes del alma de un indio, criollo y vasco.