¿Son las aulas actuales tan terroríficas como las pintan algunos?
¿La educación es peor ahora que antes?
¿Los profesores cuentan con la formación adecuada?
¿Es la Escuela un edificio a punto de derrumbarse?
Este ensayo responde a esas preguntas desde la experiencia de su autor, con muchos años de docencia a sus espaldas - en diversos niveles, incluido el universitario-, y tambien como formador del profesorado, catedrático y director de un centro educativo público de Secundaria catalogado como de especial dificultad.
No esperen los lectores las visiones apocalípticas que algunos vaticinan, pero tampoco justificaciones de un sistema anquilosado que provoca más frustración que exitos academicos.
¿Soluciones? Claro que las hay. Para empezar, reducir el número de alumnos por clase, entre otros cambios fundamentales.
Con esta lectura se emprende un viaje del Olimpo al Averno (con billete de vuelta) para confirmar que una Escuela mejor es posible e indispensable.