Tras cautivar a miles de lectores con Canción de cuna de Auschwitz, Mario Escobar se asoma de nuevo al abismo de los campos de concentración para darnos a conocer esta gran historia de amor que nos dejará una huella imborrable en el corazón.
1943. En medio del horror, una bella canción sobrevuela Auschwitz. Es la voz de David, un joven judío con un talento prodigioso a quien le han encomendado llevar los cuerpos de las víctimas a los hornos crematorios. Esa melodía llega hasta los oídos de un oficial nazi que queda embelesado. Sin embargo, no será el único en admirar ese don. Tambien se ha fijado en el Helen Spitzer, una de las encargadas de limpiar los uniformes de los soldados.
Pronto afloran entre ambos prisioneros sentimientos que parecían prohibidos en un lugar como ese. Pero la llegada de un nuevo medico al campo de concentración amenaza con separarlos. El despiadado doctor Mengele se ha interesado en Helen para que le ayude con sus macabros experimentos… La tragedia y el amor unirán a David y a Helen, pero el nazismo les recordará que, para ellos, cualquier día puede ser el último.
La crítica ha dicho:"Una mirada importante y