El cuerpo enunciado toma el reciente boom del tatuaje como una ventana desde la que observar y preguntar sobre nuestro presente. Frente a los discursos que limitan el tatuaje a un ejercicio más de individualismo, el libro plantea el tatuaje como un espacio lleno de contradicciones y ambivalencias, y por tanto un elemento muy rico para el análisis. Frente a la visión del tatuaje como un ejercicio narcisista, el libro lo plantea como uno de los pocos elementos que quedan de adhesión comunitaria.