El plan para poner fin a la minería del carbón, uno de los sectores industriales más importantes del pasado no tan lejano, no fue una desamortización. Ni siquiera una reconversión. El protocolo para descarbonizar la economía significaba en realidad desmantelar las cuencas y uno de los gremios más reivindicativos del movimiento obrero. El gran protagonista de la historia, que aún está por contar, es Victorino Alonso, del que casi nadie se atreve a hablar. Este libro desvela cómo se fraguó el imperio de alguien que, a día de hoy, es el gran desconocido del país, pese a figurar en el olimpo de los grandes nombres empresariales. Sus páginas narran la historia cruda del carbón, con todo el conjunto de ilegalidades que, con la cooperación necesaria de políticos, sindicalistas y otros allegados al poder, llevó a la ruina de toda una sociedad.