Roald Dahl vuelve a sorprendernos con una original historia que destaca por su mensaje ecologista.
Una niña de ocho años tiene un don increíble: cada vez que se enfada, su dedo mágico lanza castigos sorprendentes y transforma a las personas en animales. Eso mismo les ocurrió a los Gregg, sus vecinos cazadores, a quienes apuntó con el dedo y ¡convirtió en patos!