Elena Gallén y Sara Herranz nos sorprenden con su particular interpretación del mito de la femme fatal.
Personal y profano, y en ese difuso límite entre la santidad y lo diabólico que nos resulta tan atractivo como indistinguible, Elena Gallen traza unrecorrido inédito de la mujer fatal. El relato histórico y cinematográfico se ha encargado durante siglos de culpabilizarnos por sentir fascinación por un estereotipo en el que de manera instintiva identificamos que se escondíael germen de nuestra libertad. Los evocadores trazos de Sara Herranz acompañan las reflexiones de Gallén e impregnan cada página desimbolismo y misterio.