Lucía es una niña de seis años que odia las matemáticas. Y, por supuesto, hacer unos deberes que no entiende. Una noche escucha unos sollozos dentro de su habitación y su curiosidad vence al miedo. Lucía se asoma al interior del armario y descubre a Bruno, el niño-fantasma.
Entre los dos amigos resolverán los problemas matemáticos que les plantean sus profesores, compartirán lecturas y salvarán los primeros escollos de sus vidas.