Erckmann-Chatrian

Erckmann-Chatrian era el nom de plume con el que Émile Erckmann (1822-1899) y Alexandre Chatrian (1826-1890) firmaron sus obras. Estos dos amigos nacidos en la región francesa de la Lorena (alemana entre 1871 y 1918) se conocieron en 1847, a instancias del segundo, y desde entonces formaron un curioso equipo que durante cuatro décadas dio a imprenta una ingente producción literaria, no escrita exactamente a cuatro manos. Juntos esbozaban las tramas, pero era Erckmann quien escribía: cuentos fantásticos o de terror y novelas regionalistas o patrióticas, como El amigo Fritz o Historia de un quinto de 1813 y su continuación Waterloo, estas dos últimas traducidas en su día por don Manuel Azaña. Chatrian, por su parte, ejercía de corrector y «agente literario», ocupándose de colocar los originales, negociar con los editores y administrar las boyantes finanzas comunes. En la cima de su popularidad, se los conocía como «los hermanos siameses». Diferencias económicas pusieron fin a la amistad de los dos colaboradores en 1887. «Quería eliminarme- escribió Erckmann indignado-, relegarme al papel que él había desempeñado durante treinta y siete años, hacerme pasar por su parásito». Tras un año inconsciente y varios enfermo, en 1890 Chatrian murió, al parecer con una foto de ambos en el apogeo de su gloria bajo la almohada. Erckmann, que se había propuesto un ambicioso programa en solitario, murió nueve años después que su «parásito», habiendo publicado solamente dos obras menores.