Gelsomino es un niño con una voz tan potente que puede destrozar castillos enteros solo con pegar un grito. Junto a sus amigos, se enfrenta al rey del País de los Mentirosos, donde mentir es obligatorio por ley; donde decir la verdad supone exponerse a fuertes sanciones por orden de quien manda, un antiguo pirata que cubre su cabeza con una peluca naranja y al que le encanta pronunciar discursos desde un balcón.