La Ifigenia de Gonzalo Torrente Ballester se cuenta entre esas obras que pueden parecer menores. Es el primer Torrente, anterior a la fama que le dieron Los gozos y las sombras (1957-1962) y, más aún, La saga/fuga de J. B. (1972). Pero que sea una novela corta no le resta interés. Al contrario, en ella está ya el mejor Torrente: amplísima cultura, potente imaginación y amargura, amargura ligada a profundo escepticismo ante la pureza de los móviles que demasiadas veces se esconden en la vida política. Torrente, que amaba el teatro y conoce muy bien el mundo antiguo, compone una fábula intensa, qué fácilmente se podría llevar a las tablas. La novelita, escrita en 1949, se publicó por última vez en 1987 y hoy resulta inencontrable. La reeditamos con texto revisado, introducción que pretende situarla y anotación que apunta a facilitar la lectura.