Un escultor invidente, obsesionado con las mujeres, sus formas y texturas, se ve envuelto en la búsqueda de la satisfacción de sus propias perversiones. Al principio, se conformará con sofocar sus instintos sexuales, pero el ansia de dominación le llevará a traspasar todas las fronteras imaginables… llegando a rozar el éxtasis con obscenas orgías de sangre que el propio Rampo calificaría de “carnicerías biomórficas”.