Cuando el que esto escribe tuvo el honor de penetrar en el estudio, gabinete o laboratorio del doctor Anselmo, su asombro fue grande, y no podrá menos de confesar que, mezclado al asombro, sintió cierto terror, sólo calmado por la idea de que aquel hombre era el más afable e inofensivo de los seres. Además, ¿quién ignoraba que don Anselmo no era nigromante ni profesaba ninguna de las endiabladas artes de la antigüedad?. El doctor Anselmo, protagonista de La Sombra, novela en la que Galdós se adentra por primera vez en el terreno de lo fantástico, es uno de esos personajes extravagantes que tanto inspiraron al genial escritor. La Sombra, original, misteriosa, irónica, hilarante en ocasiones, nos descubre a un Galdós pletórico de imaginación y fantasía.