Un escritor da una charla a los pequeños alumnos de una escuela de pueblo sobre “leer y escribir”. Al terminar, lo invita a comer la directora de la escuela quien le relata la historia de Lili, Libertad, una niña muy tímida que se granjea la amistad y el respeto de sus nuevos compañeros de la manera más insospechada. La timidez de Lili parece guardar una relación directa con la actitud distraída y ausente de su madre, que vive permanentemente angustiada por su trabajo. Lili extraña su antigua ciudad, desde donde viene a visitarla su padre los domingos, y a esta nueva la ha bautizado Sopasosa. Todavía no tiene amigos en el colegio, aunque le caen bien un niño gitano y una niña gorda, desenvuelta y simpática. Cuando el maestro les da una semana para preparar su disfraz de carnaval, a Lili se le vuelve imposible pedirle a su madre ayuda para confeccionarlo. Aparece el lunes vestida como cualquier otro día, y recibe la burla de todos y el castigo del profesor. El martes va disfrazada y la situación se repite, puesto que otra vez marca la diferencia. Lili hace de la cuestión del disfraz su cruzada personal contra lo establecido y consigue de paso atraerse la atención de aquellos que le interesan, incluida su madre.