Los años 1857-1858 fueron particularmente vibrantes y fecundos en la trayectoria intelectual marxiana. En la década de 1850 –que arrancó, tras las revoluciones frustradas de 1848, con el exilio de Marx del continente y su radicación definitiva en Londres y en la British Library– fue cuando Marx profundizó en el estudio de la economía y concibió la que sería, a la postre, su obra cumbre, «El capital». Obra de maduración que no llegó a ver la luz en vida de Marx –siempre reclamado por nuevos proyectos y enfoques a cual más apremiante que el anterior–, desde su descubrimiento y publicación original a mediados del siglo XX se ha erigido como una de las fuentes más fértiles, y sin filtros, para la buena comprensión de la teoría marxiana y sus reinterpretaciones sucesivas.