El 30 de noviembre de 1939, Finlandia —una nación pequeña con escasa población y apenas unas décadas de vida— recibe la declaración de guerra de un enemigo descomunal, la Rusia de Stalin.
Empieza la conocida «guerra de Invierno», que Rusia cree que ganará en apenas unas semanas de combates. Pero las tropas soviéticas se encuentran con un adversario mucho más sólido de lo que esperaban, y la contienda se convierte en un auténtico infierno helado que se prolonga a lo largo de los siguientes meses.
Mientras el mundo contiene la respiración sin atreverse a implicarse, un pueblo se levanta, impulsado por un espíritu capaz de desafiar toda lógica.
Y entre la multitud enfervorecida emerge una figura destinada a cambiar el curso de la guerra: Simo Häyhä, el francotirador más letal de Finlandia, temido y venerado a partes iguales. Un héroe. El David capaz de desafiar a Goliat. A uno y otro lado de las trincheras su apodo circula en voz baja: la Muerte Blanca.