Sara prometió no volver a la marisma. Demasiado dolor, demasiados secretos escondidos en ella, pero el tiempo no siempre respeta las promesas; su pasado la espera como una mina dormida. Cuando recibe la invitación al aniversario de su antigua escuela, casi cincuenta años después, algo se rompre en su interior. Solo el reencuentro con sus dos amigos de la infancia parece ofrecer algo de consuelo. Una tragedia los marcó para siempre. Esta vez, Sara no piensa huir; será el vínculo entre ellos lo que la empuje a mirar atrás, porque enfrentarse a los hechos es la única forma de salvar el futuro.