Los libros silentes, los libros sin palabras, perdurarán, porque en ellos se usa un lenguaje universal y permiten una extraordinaria apertura al «conocimiento». Por esa razón, los adultos y los niños de cualquier idioma o cultura encuentran en ellos un «lugar común», en el que se pueden reconocer pese a su diversidad. [Patrizia Zerbi, Carthusia Edizioni] La hora del cuento, ese momento mágico, esencial, entre madres y padres con sus hijas e hijos poco antes de dormir, es el punto de partida de este libro visual con el que Mariana Ruiz Johnson ganó el Silent Book Contest 2015, dos años después del Premio Internacional Compostela de Álbum Ilustrado. Las palabras están ausentes en esta obra donde las imágenes asumen toda la carga narrativa y emotiva, transportando a los lectores desde el cuarto hasta el exterior de la casa, del barrio y más allá de la ciudad. Porque el poder de un libro, de una historia, trasciende el mundo de los sueños y la fantasía.