Alejandro Casona nació en Besullo y pasó su vida en Buenos Aires, país que le acogió durante veinticinco años de exilio. Natacha fue la primera mujer doctora en Pedagogía de España.
Ambos personajes son la realidad y la ficción, mientras el primero es un miembro destacado de la generación del 27, la segunda es uno de los personajes más codiciados del teatro.
“En la Universidad Central de Madrid, en medio de los motines de estudiantes y pueblo en vísperas de la Guerra Civil Española, Natacha, alumna becaria, recibe su Doctorado en Ciencias Educativas…”
Así da comienzo una de las obras más combativas de Alejandro Álvarez Rodríguez, conocido por el seudónimo de Alejandro Casona, el dramaturgo asturiano que conquistó América y dejó un imborrable sabor de añoranza y pena en su medio centenar de creaciones. Obras con un tinte poético y sentimental que evocan lo que fue de España y su sociedad tras la Guerra Civil.
En el caso de “Nuestra Natacha” el espectador vive una reconstrucción muy personal de temas tan polémicos como lo absurdo de la disgregación por sexos en la educación o la necesidad de un mayor compromiso social por parte de la juventud.