Mientras R. J. Palacio se dedicaba a diseñar preciosas cubiertas para cientos de autores, soñaba con escribir una novela algún día. Sin embargo, le parecía que nunca llegaba el momento hasta que se dio cuenta de que lo único que tenía que hacer era empezar. Wonder. La lección de August, su primera novela, se convirtió en un fenómeno mundial que ha inspirado a más de un millón de personas. A este título le siguieroin Wonder. La historia de Julián, Wonder. El juego de Christopher y Wonder. Charlotte tiene la palabra. Cuando Palacio decidió escribir El libro de preceptos del señor Browne, pidió ayuda a sus lectores: en dos semanas, había recibido más de mil postales con preceptos procedentes de todo el mundo.