La edición ideada por Batiscafo parte de los autógrafos del poeta y los apógrafos de Eduardo Guerra da Cal, que ayudó a Lorca a llevar sus versos al gallego. Los manuscritos fueron conservados por Eduardo Blanco Amor, que se encargó de la primera edición del libro en 1935, publicada por la legendaria editorial Nós, bajo la supervisión de su director, Ánxel Casal, y de Ramón Suárez Picallo. Si nos guiamos por la introducción de Blanco Amor en esta edición, Lorca le encargó a él editar y prologar los textos. La historia, sin embargo, no parece tan sencilla y son muchas las versiones que circulan, todas contrapuestas. En algunas se apunta que Blanco Amor estaba entusiasmado con Lorca e insistió en publicar los poemas. En otras se dice que el encargado de custodiar los textos era Guerra da Cal, con el que Lorca mantuvo una estrecha relación de camaradería. Fuese de una manera u otra, Blanco Amor modificó los textos y eliminó las menciones a Guerra da Cal en ellos. Al mismo tiempo, consciente de su valor documental, guardó los originales.