Este libro es un análisis de la autoconciencia desde el punto de vista de la vida consciente. En él Henrich reivindica la vigencia, aún hoy, de un pensamiento que se comprenda y se presente a sí mismo como especulativo, y que asuma los contenidos y cuestiones llamados metafísicos.
Henrich trata aquí de defender el legado del idealismo alemán estudiando diferentes aspectos de la subjetividad, partiendo siempre del “saber de sí” como saber fundamental propio del ser humano.