En ?Ya calló la lluvia? Limam Boisha nos ofrece un testimonio íntimo
de lo que son los recuerdos de su hogar en el Sáhara, de lo que ha
sido su exilio, de la memoria colectiva del pueblo saharaui y también
de su esperanza de regresar a la tierra que le vio nacer. Los saharauis
llevaron consigo lo que nadie podía robarles: su memoria, su historia,
su poesía, sus creencias, sus costumbres, sus juegos y sus ritos; todo
lo que los guardianes de una frontera no pueden aprehender ni
confiscar. Boisha los evoca gracias a la belleza de sus versos,
que vienen acompañados de la obra pictórica del artista también
saharaui Mohamed Moulud Yeslem.