Alejandro deja atrás su barrio y sus amigos para mudarse a un viejo edificio que su mamá ha heredado. Es ahí donde conoce a un niño que le pide un favor muy especial: no tener miedo. pero, ¿qué tan difícil es mantenerse en calma cuando caen peces del techo, sueñas cosas malignas, haces dibujos extraños y tienes que callarlo todo por una promesa?