Este libro analiza lo que la autora define como "sociedad sin espectáculo". Bajo esta denominación se abordan cuestiones como la emergencia del "fake", las estratagemas de la posverdad o las relaciones entre discurso y acción. Un aspecto fundamental es el de las funciones discursivas (y políticas) de la expresión «basado en hechos reales» y fórmulas afines, a través de las cuales la retórica documental se inscribe en la ficción para crear un simulacro de transparencia. Se abordan también las relaciones entre fotografía y política o los discursos dominantes sobre Europa o la maternidad. El objetivo es poner en escena, desde distintos ángulos, la lógica sobre la que se forja el imaginario digital y sus implicaciones para el individuo-ciudadano y el funcionamiento de la democracia.