Con una crudeza y una naturalidad impactantes, Félix Bruzzone encarna en esta novela la idea de que la mejor forma de sobrevivir es estar en movimiento.
«Subido sobre los pies de su corredor incansable, Félix Bruzzone está dispuesto a seguir adelante, empujándonos a nosotros también en una espiral que siempre dará nuevas vueltas a nuestras certezas. En vez de salir corriendo hacia el pasado, ya encontró la manera de seguir corriendo hacia adelante».
Tamara Kamenszain
Poco después de mudarse a la zona de Campo de Mayo, Fleje se entera de que su madre estuvo detenida en ese centro de exterminio. Sin calzado y sin descanso se larga a correr por los alrededores, entre el recuerdo de sus últimas lecturas, algunas reflexiones alucinadas, descripciones de la zona y extrañas sensaciones físicas. Un periplo aeróbico de inesperadas consecuencias que lo lleva, entre otras cosas, a conocer a dos hombres que tienen el mismo nombre y que, como él, están de incógnito.