La publicación de estas dos obras es el resultado de un proyecto impulsado por el Instituto de Estudios Ibsenianos de la Universidad de Oslo y financiado por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Noruega, con el apoyo de NORLA para traducir de nuevo todo el teatro de Ibsen. En el caso de las dos obras que presentamos, la traducción es de Cristina Gómez Baggethun y es realmente novedosa. Por un lado, como señala Ignacio García May en su esclarecedor prólogo, Casa de muñecas es una de las obras más famosas de la historia del teatro pero también de las más asediadas por los lugares comunes y la incomprensión. Por otra parte, Solness, el constructor llevaba cincuenta años sin publicarse en España, y fue la primera obra escrita por Ibsen tras su regreso a Noruega después de veintisiete años de exilio. Se trata de una obra maestra absoluta, un texto titánico, y seguramente uno de los más personales jamás escritos por Ibsen. Transcurridos más de cien años desde su muerte, Ibsen es, después de Shakespeare, el autor más representado en el mundo. Su genialidad, que fue continuada poco después por Strindberg y Chéjov, puso, como señala García May, patas arriba la forma entonces convencional de escribir teatro dejando a un lado la retórica declamatoria decimonónica para introducir en los personajes eso que, a partir de Stanislavski, se popularizaría en el lenguaje teatral como el subtexto, es decir, aquello que no se dice pero late bajo las palabras, sujetándolas o contradiciéndolas, pero en cualquier caso dotándolas de una riqueza de significados previamente desconocida.