A trasmano y con mala fama por problemas de seguridad, el suroeste de Colombia es una región fascinante que los viajeros suelen pasar por alto pero que justifica su presencia en todos los itinerarios. Es una verdadera tierra de contrastes: andina y africana, moderna y precolombina; estimula los sentidos y proporciona a los visitantes osados innumerables historias que contar sobre sus experiencias en el viaje.
• Pasmarse ante las enormes esculturas precolombinas en estupendos marcos naturales en San Agustín.
• Mapas.
• Aprender con sudor a bailar en los locales de salsa de Cali.
• Transporte.
• Contemplar las estrellas entre los cactos en el desierto de la Tatacoa, el desierto más pequeño del país.
• Restaurantes y alojamiento.
Incluye: Cali y alrededores, Pance, Lago Calima, Darién, Cauca y Huila, Popayán, Coconuco, San Agustín, Tierradentro, Desierto de la Tatacoa, Villavieja, Nariño, Pasto, Laguna de la Cocha, Ipiales, Santuario de Las Lajas.