«No hay tiempo que perder, hay tiempo que vivir».
Este es un libro valiente que nos enseña a convivir con el sufrimiento o el abandono de lo que amamos.
Que nos induce a expresar por encima de todo nuestra gratitud ante el hecho de estar vivos.
Una mirada sencilla, esperanzada y serena ante la adversidad, y el consejo de enfrentarla de modo constructivo, con coraje, con la intención de extraer del sufrimiento una lección de vida.