"Pum, pum, pum, pum, pum, pum, pum. El man bajó la pistola nueve milímetros, se dio vuelta y preguntó: '¿Cuánto?'. 'Siete segundos, nueve décimas', le contestaron". Así, sin miramientos de ningún tipo, Nahuel Gallotta sumerge al lector en la historia de un ladrón común de relojes de Bogotá que, perseguido por la policía colombiana, viaja a los Estados Unidos y funda, a golpe de suerte y de osadía, la orden de Los Internacionales: ladrones que recorren los países centrales arrebatando aquello con lo que legales ciudadanos de ropa de primera marca hacen funcionar el statu quo de las finanzas mundiales: joyas, dinero negro, tecnología.
Para ello emplea el eficaz recurso de dar la palabra al personaje, de mostrar su experiencia, de escuchar sus palabras y su particular modo de entender una realidad siempre complicada. Y, como señala certeramente Héctor Gambini en el prólogo a este libro, "Nahuel Gallotta abreva en esas fuentes y sacia allí su sed de averiguar para contar".