Más importante que la venta es la recurrencia
Lograr una venta es fácil: baje el precio, ofrezca un beneficio adicional o prometa un servicio extra y el cliente aceptará. Ha sido la fórmula por siglos. Ahora la pregunta es: ¿de qué sirve vender una vez, si el cliente no repite y no nos recomienda?
La propuesta de Contigo hasta la muerte es muy sencilla: aprenda cómo pasar de la primera compra a la recurrencia; cómo dejar de pensar en transacciones para pensar en relaciones, y cómo convertir clientes esporádicos en fervientes promotores de su negocio. La forma para lograrlo es simple: cumpla sus promesas y no se pierda del radar. Se llama generar resultados y construir relaciones.
Y para cerrar el proceso con broche de oro está el vendedor, quien al mejor estilo de un canciller hace que comulguen dos mundos divergentes en apariencia: el del cliente y el del proveedor. El representante de ventas, o quien desempeñe esa función, es el que lidera la transformación de la relación con los clientes. Convierta un amor de verano (compra esporádica) en un "hasta que la muerte nos separe" (lealtad incondicional). Bienvenido a un mundo maravilloso de longevidad comercial.