Anna Morató García trabajaba en el mundo del marketing, hasta que se descubrió repitiendo a los niños un mismo mensaje sobre ayudar en casa y cómo aprender a ser felices. Con el embarazo de su hija, quiso transmitirle desde su nacimiento la importancia de ser positiva ante los momentos difíciles que le traería la vida. Así, empezó a escribir para sus hijos, para enseñarles los valores más importantes para ser felices en su vida.