Un relato potente sobre sobre el poder transformador de la música y la amistad
Juliana extraña las historias musicales de su hermano Santiago. Desde hace tiempo, ellos y su madre sobrellevan como pueden la partida de su padre. Un día de vacaciones, Juliana toma su vieja guitarra y decide llenar la casa con el sonido estridente que produce al rasgar las cuerdas. Poco a poco, logra llamar la atención de Santiago y vuelven a conversar como en los viejos tiempos. Pero esta vez las historias de rock and roll de su hermano llevarán a Juliana a formar parte de una banda, a hacer nuevos amigos y a encender corazones como solo el rock puede hacerlo.
"Esa tarde tocamos y me divertí como hace mucho tiempo no lo hacía. Cometí varios errores, pero mi hermano me enseñó nuevas canciones y las otras las sacamos de oído. Repasamos mis clásicos favoritos del blues y él me habló de sus bandas preferidas: The Clash, Ramones, Dead Kennedys, Pixies…sonaban muy bien"