María del Pilar González de Ayala tiene 35 años cuando huye de la casa materna en el barrio de Salamanca, harta de una madre amargada, castradora y machista que la ha convertido en una inválida social.
El accidente sufrido por su padre junto a su nueva pareja y el asesinato de Gonzalo, el pretendiente que la abandonó en vísperas de su boda, son otra motivación para iniciar una vida propia bajo un nuevo nombre: María González.
María sospecha que su madre tuvo relación con esas muertes y, por ello, como detective improvisada, irá descubriendo toda una red de mentiras que implican a su familia, prototipo de aquella burguesía madrileña que enterró y nunca reconoció su apoyo al franquismo con la llegada de la Transición.