En el corazón de todo hombre, vive la poesía.
La pugna entre la infancia como territorio sagrado y la realidad de la vida van de la
mano del poemario El aire del círculo polar, que aborda, desde el amor que se refleja
en los ojos de un niño o en las ramas de un árbol vencido por el tiempo, los problemas
de la vida actual; la soledad y la inevitable pérdida. Con un lenguaje tenso y bello, de
enorme carga emocional, la autora nos habla de lo efímero de los grandes momentos
y de que, al menos, siempre nos quedará el amor y la esperanza como refugio.