Un relato sobre la amistad y sobre cómo la inteligencia puede resultar un recurso insuficiente cuando va siendo mellada por la vida, con su carga de tragedia, indolencia y mezquindad. Una novela que se distingue por su maestría y por su originalísimo modo de narrar.
El desperdicio cuenta la historia de Elena -Helen, Hélène, Lenu, Lena-, al principio estudiante llegada a Buenos Aires desde un pueblo del interior, más tarde profesora y brillante crítica, cabeza de un grupúsculo destacado en esos años de capillas literarias y célebres teóricos, sobre todo de discípulos del "formalismo". En el agudo retrato, quedan plasmados su entusiasmo, su lucidez intelectual y su fama, que conquista mientras practica el deporte del amor y la cinefilia en blanco y negro.
Con el transcurrir del tiempo y de la historia quedan atrás los años despreocupados y la decadencia se cuela tanto en la vida de Elena como en la de un país cuyo campo #el origen de su riqueza- se puebla de indigentes, habitantes de contenedores, cazadores de liebres.