Pocos días antes del accidente que truncó su vida, Rosario Castellanos envió a México estas páginas que constituirían su tercer volumen de ensayos sobre literatura. Con un tono mesurado, incluso optimista, la autora registró aquí sus lecturas meramente literarias, al tiempo que nos avisaba de las nuevas tendencias en el continente, que daba noticia de las novedades en librerías y de cómo en qué tono había que leerlos, de cómo la historia nos seguía pasando, y de las perspectivas de nuestras letras. Nadie escribió mejor sobre la antinovela, sobre la obra de Claude Simon, Michel Butor y Alain Robbe Grillet, sobre los intraducibles experimentos de Samuel Beckett, tanto en teatro como en novela, o sobre la renovada literatura estadunidense, y vio además la importancia de la entonces nueva narrativa latinoamericana, sin caer en elogios excesivos. En estos ensayos se encuentran notas sobre la literatura mexicana que se escribía en esos días, y una visión de un Borges que asombraba al mundo con su narrativa de madurez. Poesía, teatro, novela, El mar y sus pescaditos es una guía para una lectura rigurosa, sin complacencias, pero, sobre todo, una exigencia para los lectores: leer, por encima de cualquier otra actividad literaria.