Tras un sinuoso viaje en carretera, Alice Miller llega a Los Almendros. No había pisado este pueblo desde muy pequeña, cuando tuvo que salir huyendo a Estados Unidos de una guerra que ahora le parece casi inexistente. Si bien regresó para firmar algunos papeles relacionados con la casa que ha heredado de su abuela, volver para ella significa enfrentarse a la «oscuridad de su infancia». Instalada en el único hotel del lugar, no pierde tiempo y se dirige a la propiedad. Pero mientras recorre el jardín, algo cruje bajo sus pies y de pronto todo es tinieblas… Sumida en la penumbra, reconoce con horror que ha caído en el mismo pozo donde unos despiadados arrojaron, cuarenta años atrás, el cadáver de su abuela..
A partir de un argumento intrigante y momentos tanto de profundo dolor como de emoción, El país de las calles sin nombre es el relato de una mujer que, entre el rugir de las balas, las barricadas y los asesinatos inmisericordes, descubrirá que su historia solo es una más entre los miles que llenan un país condenado a repetir sus errores.
José Adiak Montoya rinde «un testimonio literario en contra del autoritarismo» en «una novela conmovedora que narra el rencuentro de una mujer con sus raíces, cercenadas a causa de la guerra y el exilio» (Fernanda Melchor).