Audaces y carnales, sutiles y sorprendentes. Así son los «cuentos chinos» que Andrés Ibáñez ha reunido en El perfume del cardamomo: historias de bandidos compasivos, de viudas crueles, de damas vengativas, delicadas historias de honor y sangre. Hallamos así a una de las hijas del juez Wang, poseída mientras duerme por uno de los más intrépidos caballeros ladrones del lugar; a una mujer seducida por un zorro mientras desespera de que su marido, ausente durante largos años en una guerra lejana, regrese al hogar; o a Chi Hsin Mien, un hombre tan insaciable en sus apetitos voluptuosos que tiene a sus tres esposas desesperadas. Historias de transformaciones y encuentros, de puentes invisibles y de intrigas, de perros sabios y de bellas cortesanas del mundo flotante.