En su libro anterior Germán Moldes lograba llevarnos a pasear por Roma en los primeros años de la era común, y aquí da un salto enorme en tiempo y uno más pequeño en espacio para depositarnos nada menos que en Florencia durante el Renacimiento. Con entusiasmo, conocimiento de causa y ánimo de divulgación, el autor se detiene en usos y costumbres de la época, pero además alista una serie de nombres propios que contribuyeron de modo cardinal al desarrollo de las ideas, el arte y la política: de Masaccio y Giotto a Boccaccio y Maquiavelo, pasando por Rafael, Brunelleschi o Miguel Ángel.
En estas páginas desfilan, inmensos, los humanistas que motorizaron cambios radicales rescatando y releyendo valores enterrados en el mundo clásico. Arquitectos que alumbraron formas impensadas que nos deslumbran aún hoy. Poetas, escritores y artistas que cambiaron para siempre la historia del arte. Todo al amparo de mecenas que entendieron a la perfección el valor de ser benefactores de genios.