A los enemigos en el campo hay que hacerles la guerra sin cuartel hasta lograr su total exterminio, y como la actuación de ellos es facilitada por sus cómplices, encubridores y confidentes, con ellos hay que seguir idéntico sistema. Son palabras de Eliseo Álvarez-Arenas, director general de la Guardia Civil en 1941. La guerra civil española, tradicionalmente delimitada entre los años 1936 y 1939, tuvo otro rostro: el de la guerra irregular, un enfrentamiento de características muy diferentes que además se prolongó hasta 1952. En este libro, Arnau Fernández Pasalodos se adentra en ella y en las dinámicas que determinaron el funcionamiento de la Benemérita durante el primer franquismo. Lo que se desprende es un retrato poliédrico de la brutalidad y la represión que se ejercieron, a todos los niveles, hacia los partisanos, sus colaboradores, las familias de ambos e incluso los civiles ajenos al conflicto. Pero al mismo tiempo este libro destaca otro aspecto que la historiografía ha dejado de lado: la auténtica realidad del guardia civil en la lucha antiguerrillera. Numerosos miembros de este cuerpo no estaban allí por motivos ideológicos, sino por necesidad. Cobraban uno de los sueldos más bajos a cambio de una vida de miseria. Pasaron miedo y a menudo evitaban acatar las órdenes que recibían. Hasta su total exterminio ofrece una mirada novedosa, proporcionada y a ras de suelo de la guerra civil española, de la que aún hay tanto que decir.