Blake, Reese y Noah son amigos desde la infancia, pero se consideran hermanos desde que una tragedia los unió más que la sangre. Tres amigos inseparables; tres ejecutivos de éxito; tres solteros empedernidos. Cada uno tiene su historia. Esta es la de Reese.
Gwen Sharp no necesita un novio. Pero sí necesita que los demás crean que lo tiene.
Por eso, cuando un desconocido la llama «cariño» y le da un beso en un restaurante delante de todos, Gwen cree que las hadas madrinas que conceden deseos existen.
Pero no, no existen. Y lo sabe en cuanto el desconocido aparece de nuevo en su camino, pero esta vez en forma de importante ejecutivo de la empresa en la que la han contratado como becaria.
Para su asombro, Reese Dawson le propone continuar con su falsa relación, puesto que a él también le conviene. Aunque Gwen crea que no pegan nada.
Porque ella sabe que el hombre de la sonrisa más bonita del mundo jamás se habría fijado en ella.
Porque él piensa que lo mejor es que la chica de colores no sepa que se sintió hechizado en cuanto la vio, mucho antes de lo que ella imagina.