Aceptémoslo: ¿qué tan locos debemos estar en este país para que un personaje imaginario y una bola de monitos tengan que explicarnos cómo sobrevivir a nuestro propio Gobierno?
Gil caminaba sobre la duela de cedro blanco del amplísimo estudio cuando se encontró a Trino.
—¿Qué pex, Trino?
—Nada, aquí andaba.
—¿Nos reventamos un libro sobre el gobierno de
Liópez Obrador? —preguntó Gilga.
—Lo voy a pensar —dijo Trino.
Así empezó este libro verde refulgente: «Madame Austeridad», «Recortar es un humanismo», «Dale más
gasolina», «Lo que Salamanca no da» y muchos de los asuntos y asuntas de estos tiempos inverecundos.
Pasen: adentro hay una gritería, cartones de Trino y un mullido sillón. Oh, sí.