El reto más importante del movimiento transdiagnóstico es su pretensión de superar la problemática que planteaba y plantea la elevada comorbilidad entre las categorías psicopatológicas discretas. Esta problemática, generada por un modelo que es ajeno a la psicología clínica y de la salud, dificulta el desarrollo de esta disciplina y complica el ejercicio de la profesión del psicólogo. Esta situación ha hecho que se conjeturas en nuevas relaciones teóricas y prácticas que necesitaban ser puestas a prueba. Como consecuencia se han formulado nuevas hipótesis con el fin de hallar soluciones más adecuadas y beneficiosas para los pacientes y, asimismo, para clarificar el campo de estudio y el diseño de intervenciones psicológicas más acordes con la naturaleza continua de los problemas y los trastornos psicológicos, los cuales no se distinguen del llamado comportamiento normal por su cualidad sino por su cantidad y su funcionalidad. El proceso de verificación o contraste de las nuevas hipótesis que se han ido formulando, durante casi tres décadas, ha permitido incorporar a la intervención modalidades que inicialmente no eran propias del conocimiento psicológico, como el mindfulness. También ha hecho posible conocer que algunas de las alternativas de conceptualización e intervención psicológica cuentan con resultados que muestran reiteradamente su eficacia. Los objetivos de esta obra son, por una parte, que el lector pueda conocer el estado actual y el desarrollo que han seguido los tratamientos de tercera generación. Por otra parte, que los psicólogos, como profesionales con formación científica que practican una profesión, puedan contribuir al desarrollo de la fundamentación teórica de este movimiento (cont.)