A lo largo de este libro se analizan los diferentes procesos históricos que permitieron la conformación y legitimación del Estado Argentino moderno a través del estudio del vínculo existente entre la política y la religión. Los autores se centran en dos momentos conceptuales y sus respectivas crisis: el surgimiento de una religión positiva y el de su agotamiento, el de la aparición de la nación católica y el de su crisis a partir de los años 70.