El chamán Mkebe ordenó a todos los miembros del clan de los Wakati, de la tribu de los Kimba, que abandonasen el país Lomba, con la esperanza de encontrar una tierra mejor. Desde entonces, hombres y mujeres caminan bajo un sol abrasador, como hormigas por la sabana polvorienta, sin saber qué les puede deparar el futuro.