«Con una prosa certera y repleta de hallazgos, Gabriel construye una novela en la que el desencanto convive con el humor salvaje y la procacidad con la ternura. La sombra de los planetas es un libro inteligente y disfrutable, en el que la Ciudad de México palpita con la delirante intensidad que sólo tiene en la vida misma.» Daniel Saldaña París
La sombra de los planetas cuenta, a dos voces, un día en la vida de una pareja: Damiana y Santiago. A ella la acaban de despedir de su empleo como maestra de primaria y ahora podrá hacer eso que ha planeado durante meses: regalar a conocidos y desconocidossus dibujos, una suerte de retratos chuscos y vulgares que la acompañan a recorrer –al compás de sus pensamientos obsesivos– la periferia de una delirante Ciudad de México. Él, en cambio, debe esperar sentado en su silla ejecutiva hasta que acabe la jornada, simular que trabaja cuando, en realidad, teclea un texto acerca del origen de sus insatisfacciones e incompletos amoríos, cientos de caracteres que orbitan alrededor de un futuro estéril.
En los tiempos de lo instantáneo, Gabriel Rodríguez Liceaga ha escrito una novela luminosa y perdurable, cargada de cuestionamientos en torno a la posibilidad y la imposibilidad del amor.
La crítica dice:
«Gabriel nos muestra que a veces el amor millennial se siente como la adicción a la desfachatez sentimental, sabemos que nos hace daño, pero no podemos hacer otra cosa que rendirnos y continuar ahí.» Laura Baeza
«La narrativa de Rodríguez Liceaga propone una lírica urbana inconfundible, idónea para retratar aquí la vida interior de personajes entrañables y contradictorios, insignes representantes de la heroica y precaria juventud oficinista de la Ciudad de México.» Jorge Comensal
«En esta novela de amor y desencuentro, Gabriel Rodríguez Liceaga retrata cómo el misterio de la vida sólo se muestra en destellos ypreguntas, mientras lo cotidiano transcurre entre anécdotas llenas de humor, dolor y, en ocasiones, horror; así, dos personajes que se aman de pronto se olvidan el uno del otro hasta sentirse solos. Me parece que la vida, la mayoría de las veces, es así.» Ximena Santaolalla
«Acierta en mostrar el perfil de personajes complejos, cambiantes, falibles: humanos. Con una elegante dosis de ironía y humor, Rodríguez Liceaga presenta un espacio urbano que es, al mismo tiempo, enorme pero introspectivo, y desde ahí nos propone un acercamientoa la intimidad de personajes que, en su condición de seres marginales y perturbados, resultan abrumadores espejos de nuestras propias carencias.» Hiram Ruvalcaba