La autora combina la experiencia propia y ajena de ser sobrevivientes de violencia con el marco teórico de las distintas disciplinas que hacen a la investigación criminal de los Derechos Humanos en Argentina.
Este libro busca promover la organización de los recursos científicos ya existentes, la formación de Institutos de Investigación Pericial que nucleen profesionales, técnicos e idóneos que comprendan y se comprometan con su tarea.