De Los Álamos a Okupas, historias bravas, reales, extraordinarias.
A través de un anecdotario compuesto por una contundente secuencia de historias poderosas, divertidas, a veces sórdidas pero siempre auténticas, Dante Mastropierro, el actor más conocido como el Negro Pablo en la serie de culto Okupas, cuenta su vida por primera vez.
De las andanzas con gomeras a las venganzas con alambres de púa, entre pistoleros de verdad y luego de ficción, de La Boca a Quilmes, de Quilmes al Docke. De los códigos de la calle a los códigos de Okupas. Una infancia de perros fieros, una madre amorosa, una soledad insoportable. Noches de baile, romances prohibidos y viejos tumberos. Los turros y los boquita de nylon. La vida antes y después de la televisión. El comedor y Maradona. Los que ya no están. "Me acuerdo de cosas que me pasaron cuando tenía dos o tres años", dice Dante Mastropierro mientras emprende un emocionante, furioso, divertido y siempre honesto recorrido por el pasado. "Me gustaría no acordarme de todo pero las cosas están ahí, en mi cabeza. Después de hacer del Negro Pablo en Okupas, muchos me decían: che, con las historias que viviste, tendrías que hacer un libro. Pero, más allá de los recuerdos, lo importante para mí es no olvidarme de dónde salí, de dónde vengo, de dónde soy".
Del prólogo de Bruno Stagnaro:
Había algo en él, una especie de áspera verdad callejera que saltaba a la vista y que podía funcionar muy bien en el proyecto que estábamos gestando [Okupas]. Incluso mientras filmábamos, Dante era un misterio para nosotros. Sentíamos que lo conocíamos y que podíamos confiar en él, pero al mismo tiempo había una barrera invisible... Definitivamente, percibíamos algo salvaje (que era justo lo que buscábamos), aunque todavía no conocíamos su otro lado, tan persistente como el bravío: su ternura.
Diego Alonso, "El Pollo" de Okupas:
Dante es el amigo más fuerte que me quedó de Okupas: un amigo para toda la vida y para las próximas vidas también. Es muy loco: cada vez que llega a un lugar, genera un frío en el ambiente, porque nadie sabe lo que puede suceder. Y eso es gracioso porque Dante es un corazón con patas, un tipo maravilloso. Ha tenido una vida complicada pero cuando cuenta cosas que a otro lo hubiesen devastado, él lo hace con alegría, siempre.