La única ventaja con la que contábamos era que nosotros sabíamos algo que ellos ignoraban. El Corazón del Dragón no le daba inmortalidad a la persona que lo llevara, sino que lo protegía de todo tipo de ataques, tanto mágicos como físicos. Pero con lo bueno también venía lo malo. Solo un descendiente de Lisabeth Derose, la Dama Draconis, podía utilizar el amuleto sin sufrir consecuencias." Con el Corazón del Dragón en su poder, Adhara, Aiden, Zul y Sorcha se dirigen al reino de Eira, donde encontrarán al Hechicero del Hielo. Una vez allí, y bajo la instrucción de Elar, el Hechicero, su misión por salvar Lesath llegará a su punto cúlmine. Pero un hecho inesperado ligará la vida de Zul al amuleto y dará lugar a un nuevo obstáculo en el enfrentamiento final con Akashik.